INFOBAE Una de las figuras más importantes de la filosofía occidental, el liberalismo, empirismo, escepticismo y naturalismo, como fue David Hume destacaba que la propiedad, la libertad de disfrutar de la vida y los bienes de cada persona, es el fruto valorado de las actividades individuales. Tanto más logrado cuánto más integradas las sociedades entienden que satisfacer a otros atendiendo las necesidades propias es la consecuencia de reglas y propiedades estables.
Se trata de favorecer la coordinación obtenida con la competencia de habilidades, que deriva en la mayor valoración de las propiedades. No obstante, las creaciones de valor están continuamente debilitadas por la delincuencia y la inestabilidad normativa.
Reiteradamente expusimos en Infobae los PBI promedio por habitante de los diferentes países, con brechas enormes entre ellos. Desde las condiciones de cuasi esclavitud, que expulsan a migrantes desesperados, arriesgando sus vidas en procura de libertades, hasta el disfrute de las instituciones más logradas sosteniendo las propiedades individuales.
Según las últimas estimaciones del FMI, en 2022, Burundi y Sudán del Sur, con ingresos equivalentes a USD 300 anuales por habitante son los países más empobrecidos. Irlanda, que genera USD 100.000 anuales por habitante, Noruega y Suiza, con USD 90.000 anuales por habitante, son las sociedades que cuidan mejor las propiedades.
Así los Estados más integrados, reconociendo el valor de la propiedad, consiguen los mayores ingresos; y los que menos la protegen se empobrecen. En efecto, admitiendo que las personas comparten habilidades naturales similares y que las tecnologías están disponibles en todo el planeta, las diferencias de riqueza provienen de la estabilidad de las propiedades individuales.
La prueba es que más de la mitad de los humanos reside en las sociedades menos respetuosas de las propiedades individuales, por eso generan apenas 10% del PBI mundial y consiguen los menores ingresos individuales. Aplastados por la ausencia de libertades, y con amplias variaciones entre ellas; tanto como más de 20 veces entre los extremos de ingresos promedio de los países del grupo. Mientras sólo el 10% de los humanos estructuran las naciones más respetuosas de las propiedades y generan 50% del PBI mundial, con los mayores ingresos.
Pretendiendo impulsar el crecimiento económico, políticos y dirigentes alteran normas continuamente, sin advertir que cada cambio impuesto, favorable para un grupo, ente, empobrece a todos.
Políticos y dirigentes alteran normas continuamente, sin advertir que cada cambio impuesto, favorable para un grupo, ente, empobrece a todos
Demostramos también en columnas previas en este Infobae que las alteraciones normativas o legales redistribuyen forzadamente derechos, contrayendo los patrimonios. Sólo las transacciones voluntarias de todos los afectados valorizan las propiedades, porque satisfacen las necesidades personales.
Es llamativa la falta de autocrítica de los gobernantes que no advierten que administran criterios divergentes. Exigen a las empresas privadas demostrar precios y conductas “justas” pero no sienten igual responsabilidad respecto de las actividades estatales. La inflación sería causada por fuerzas que no controlarían, según su visión, desvinculadas de la emisión monetaria y de las experiencias de otros países.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), informa que el dólar es usado en el 88% de las transacciones cambiarias en todo el planeta, la unidad de cuenta más relevante. No es difícil concluir que, a mayor devaluación de la moneda, respecto del dólar, mayor inflación en el tiempo. Y el peso argentino está entre las unidades monetarias más depreciadas en los últimos años.
Además, los privados sufren continuos cambios de normas y legislaciones. La mayoría de los habitantes lamentan alzas de robos y otros delitos, que restan vidas y propiedades. Según, Transparencia Internacional existen 95 países sobre 180 con mejor nota en ese tópico que la Argentina.
Muchos dirigentes proclaman incentivar la producción e ingresos de la gente, pero descuidan, calificando de “especulativas”, las operaciones financieras. Sin embargo, el BIS reporta que los activos financieros de los países suman USD 2.000 billones, 20 veces el PBI mundial.
Los “productivistas” ignoran el rol de las finanzas para impulsar el desarrollo. El riesgo país de la Argentina certifica la debilidad de los derechos de propiedad, tras defaults recurrentes y tasas de inflación seriales de dos dígitos al año, con varios episodios de 3 y hasta 4 dígitos; e invasiones violentas y reiteradas de espacios públicos y privados.
Descuidar la propiedad privada y los activos financieros es costoso. Está demostrado que las sociedades más prósperas son las mejor integradas en el reconocimiento de las propiedades individuales.