LA MAÑANA ONLINE Lo afirmó la Fundación “Libertad y Progreso” y se advirtió que existe la posibilidad de un “sesgo” en los indicadores del INDEC en lo referente a la suba de precios en el capítulo “Alimentos y Bebidas No Alcohólicas”, durante los próximos meses, por la utilización de productos incluidos en “Precios Justos”, lo cual llevaría a ese rubro a un valor inferior al índice general
La Fundación “Libertad y Progreso” difundió los resultados de su estimación para el Índice de Precios al Consumidor correspondiente a noviembre de 2022. En este sentido, la entidad evaluó que el IPC para ese mes será del 5,9% mensual, registrando un aumento por debajo del 6% por primera vez desde junio de este año. Los rubros que más aumentaron en el mes fueron: “Vivienda, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles” (16,7%); “Bienes y Servicios Varios” (8,5%) y “Bebidas Alcohólicas y Tabaco” (8,5%). Por encima del nivel general se encuentran, además, “Recreación y Cultura” (8,8%); “Educación” (7,5%) y “Restaurantes y Hoteles” (6,0%).
De esta manera, en los primeros 11 meses del 2022, la inflación acumulada alcanza el 87%. Esta es la inflación acumulada más grande para los primeros once meses del año desde 1991. Dentro de la última década, los años que le siguen con mayor inflación en los primeros diez meses son el 2019, con una inflación acumulada del 48,3%, y el 2021, con 45,4% de inflación.
Asimismo, de acuerdo al informe de la entidad privada, la tasa de inflación interanual fue del 94,1%, quedando a sólo 5,9% puntos de los tres dígitos. De esta forma, la inflación acumulada durante los primeros 35 meses de la Presidencia de Alberto Fernández es del 284,2%.
En lo concerniente a este tema, el licenciado Eugenio Marí, economista jefe de la fundación, aseguró a La Mañana que si bien las cifras de octubre habían mostrado también una “desaceleración” del ritmo de la inflación, “no hay que confundir un dato transitorio del IPC con el fenómeno inflacionario de fondo que está sucediendo en la Argentina”.
En este sentido, el profesional aseveró que la inflación que se registra en el país se relaciona con la política monetaria y la política fiscal de la administración nacional, y que teniendo en cuenta algunas proyecciones que se realizan para 2023, “es difícil pensar que los niveles de emisión monetaria”, principal motivo de la depreciación de la moneda nacional, “se desaceleren” en el transcurso del año próximo.
A su vez, el experto alertó que “es difícil pensar en una ‘desaceleración’ sostenida de los precios”; y consideró que en términos de poder adquisitivo de los diferentes sectores económicos, “en una economía con los niveles de inflación actuales, es cada vez más difícil invertir, lo cual se traduce en trabajo cada vez menos productivo y en peor poder adquisitivo”. “Pretender que en este contexto macroeconómico haya una recuperación del poder adquisitivo de los salarios es prácticamente fantasioso”, remarcó.
Por otro lado, comentó que “Precios Justos” está compuesto por más de 1.500 productos que en su mayoría pertenecen al rubro “Alimentos y Bebidas No Alcohólicas”, que en muchos casos se encuentran “en la medición del IPC”.
Por ello, pronosticó que en los meses de noviembre y diciembre, ese capítulo se encontrará por debajo del promedio general, debido al “sesgo que va a generar la medición de precios ‘congelados’ por la gestión nacional”.
“Es probable que ‘Precios Justos’ tenga una mayor influencia que ‘Precios Cuidados’ en la medición que realiza el INDEC, por dos motivos. En primer lugar, porque el nuevo programa tiene una canasta mayor de productos; en segundo orden, porque ‘Precios Justos’ está más enfocado en Alimentos y Bebidas que ‘Precios Cuidados’”, explicó Marí a este Diario.
A continuación, el economista manifestó que es posible que al negociar el acuerdo de “Precios Justos”, se hayan incluido artículos que “estén directamente” en la medición del IPC y de las Canastas Básicas, y que tengan “mayor incidencia” en esas mediciones.
“Vamos a entrar en, como mínimo, un debate metodológico, que es cuánta incidencia se les tiene que dar a productos con precios regulados en la medición del IPC; y más allá del ‘congelamiento’, que puede tener su impacto en parte de noviembre y en diciembre, no es algo sostenible. Lo más probable es que tenga algún ‘impacto’, pero que sea de muy corto plazo. Luego, el IPC volverá a reflejar la verdadera pérdida de poder adquisitivo del peso”, agregó.