PERFIL La evolución de los alimentos y bebidas es el rubro inflacionario que más se observa con lupa porque un aumento en este ítem tracciona todos los precios para arriba. Pero su implicancia también cae sobre la canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA), que miden la línea de pobreza e indigencia respectivamente.
Se espera que el inconveniente de la sequía y la suba del dólar, sumado a la incertidumbre de lo que pueda ocurrir en las próximas semanas con la divisa norteamericana, metan presión sobre los precios y en particular en los alimentos.
En este contexto distintas consultoras privadas prevén para enero que las subas oscilen entre el 5 y el 6%. Esto complica las aspiraciones del gabinete económico de un 4% mensual, e incluso para abril estiman converger a un número con el 3 adelante, y pondría un palo sobre la rueda de arranque para el 30% en el primer semestre, en sintonía con un 60% anual que reza el Presupuesto de este año.
PERFIL realizó un sondeo entre diferentes consultoras para testear la térmica inflacionaria de este verano.
El Presupuesto en curso prevé una meta del 60% hasta diciembre
Durante el 2022, el costo de los artículos de las canastas de alimentos esenciales subieron por encima de la inflación en un 103,8% en el caso de la CBA, lo que representó una aceleración de 58,5 puntos porcentuales respecto al 2021, y 100,3% en la CBT, acelerándose casi 60 puntos contra el periodo anterior. En este marco, las canastas crecieron 8,6 y 5,1 respectivamente por encima del IPC general acumulado en el año pasado.
Detrás de esto se encuentra el hecho de que la mayor parte de los alimentos que tienen un peso importante en el armado de las canastas crecieron muy por encima del nivel general de inflación, salvo por la carne que evolucionó 42,2% interanual.
De acuerdo con LCG, la suba de precios en alimentos se aceleró en la tercera semana de enero y tuvo una suba en promedio del 1,55%, acelerando 0,76 puntos respecto a la semana anterior.
“El índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual del 4,5% promedio en las últimas cuatro semanas y 5,6% punta a punta en el mismo período”, destacó la consultora.
“La inflación de enero la vemos arriba del 6% porque hay una mayor alza de precios regulados que en diciembre. Por otro lado, el menor poder adquisitivo del peso, la amenaza de crisis institucional de la Corte genera incertidumbre. Esto está haciendo caer fuerte el peso que va a pegar en enero, y en los meses subsiguientes. En el primer trimestre del año la inflación está en un 17%”, señaló a PERFIL Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso (LyP).
La inflación del último mes móvil, últimas cuatro semanas, se sitúa en 5,9% para LyP. Entre los rubros que más se destacan “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros Combustibles”, donde el nuevo tramo de la quita de subsidios impacta fuertemente en la tarifa de dichos servicios. Además, el incremento de “Transporte” se hizo evidente gracias al aumento en el boleto de trenes y colectivos en el AMBA de un 40%, mientras que los combustibles anotaron una suba promedio de 4%.
Por otro lado, “Mantenimiento del hogar”, mostró un significativo aumento debido al componente de los electrodomésticos. Mientras que, “Restaurantes y hoteles”, sector que tiene un gran factor estacional debido a la temporada de verano, presenta una variación mensual de 6,6%. Finalmente, el rubro de “Salud” se ve afectado por el incremento del 6,9% en las prepagas acompañado del aumento promedio de medicamentos del 4%.
Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, director de análisis macroeconómico de Equilibra, explicó a PERFIL que “la inflación de enero rondaría un 5,5% básicamente. Primero, éste es un mes de vacaciones, sube lo que tiene que ver con hoteles, turismo interno. También subas en precios regulados, agua y transporte, esto genera un alza en la inflación”.
La proyección de Equilibra para el primer trimestre de este año es de un 17%, con un 5,5% mensual promedio al interior del período debido a que “en marzo el inicio de clases, el inicio de temporada otoño-invierno seguro va a impactar”, expresó Sigaut Gravina.
El Gobierno se reunió con los productores para desinflar el golpe en los bolsillos
En ese sentido, Fabián Amico, economista de la UMET, agregó que en el trimestre “se va a sentir la carencia de dólares por la sequía y las menores exportaciones combinado con el pago de la deuda, esto puede hacer que el Banco Central modifique su política cambiaria, y se complique el escenario de tasas de inflación cercanas al 4%”.
En tanto, para Ecolatina, la evolución de los precios de alimentos en el 2023 se verá afectada por dos principales frentes. En primer lugar, la sequía, que podría implicar una continuación en la aceleración de los precios de alimentos frescos, como verdura y frutas, en conjunto a una recomposición del precio de la carne vacuna.
Y por otro lado, “el programa de Precios Justos que limitaría, aunque sea parcialmente, el aumento de precios de bienes de consumo masivo”.
Por su parte, para la consultora Rouco “la dinámica inflacionaria actual es aún más preocupante porque hay un componente cada vez más grande de inflación reprimida. El Gobierno ha implementado una política de atraso cambiario para esconder la verdadera depreciación del peso, ha vuelto a acumular un atraso en las tarifas de servicios públicos y del transporte.
“Se suma que el Gobierno se sigue financiando con emisión monetaria, pero la va esterilizando con deuda remunerada del BCRA, que ya superó los $10 billones, y es equivalente a emisión monetaria e inflación futura”, concluyeron.