SOMOS PYMES En una entrevista con SOMOS PYMES Radio (La Red AM 910, domingos de 6 a 8 hs), el economista Aldo Abram explicó como la suba constante del costo de vida está afectando negativamente todos los aspectos de la economía argentina.
El director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso remarcó que “el mundo productivo PYME siempre termina siendo el más afectado con este tipo de inflación, ya que tienen menos instrumentos para poder defenderse”.
“Cuánto más pequeño es el emprendedor, más daño hace no poder saber a qué precio van a poder vender sus productos”, observó.
Inconvenientes repetidos
“Es muy difícil poder producir y progresar para un empresario PYME cuando los niveles de inflación están por arriba del 100 por ciento”, afirmó el analista económico en el programa que conduce Christian Dátola.
“Lo que se hace es vivir en el corto plazo. Eso impide invertir realmente, que es a largo plazo. Pero sobrevivir no es poco en Argentina”, admitió.
Según el especialista, “Massa tiene que festejar cuando aparezca un índice mensual de inflación cerca del 5 por ciento, cuando el año pasado predijo que iba a estar en un 3 por ciento para abril de 2023”.
“Es imposible hasta para una empresa grande planificar un proyecto, con un aumento inflacionario de 2% mensual”, enfatizó el experto.
Abram reflejó que “las PYMES no pueden trasladar a sus clientes los aumentos de precios; por eso dejan de vender productos y tienen que achicar los márgenes de ganancias. Es una situación muy complicada”.
El origen de los problemas
El economista argumentó que “la inflación es una tema monetario y es muy fácil de entender. El peso argentino no sirve reserva de valor ni como unidad de medida”.
“En los otros países de la región no van corriendo con una vara a los empresarios ni hay controles de precios. Por eso tienen una inflación anual de un dígito”, ejemplificó.
“Durante más del 80 por ciento de su historia, el Banco Central tuvo como prioridad financiar los excesos de gasto
de los gobiernos de turno”, ilustró el especialista.
Y puntualizó: “El BCRA produce más pesos que los que demanda la gente, por eso su valor es más bajo y cae el poder adquisitivo de la población”.
“Esta es la historia dramática que estamos viviendo los argentinos desde hace décadas”, concluyó Abram.