El IPC-Libertad y Progreso registró un aumento del 9,5% mensual en la primera mitad del mes de abril, desacelerándose 1,1 puntos desde el 10,6% registrado al cierre de marzo. En comparación con el IPC INDEC del tercer mes, 11,0% mensual, la desaceleración es de 1,5 puntos porcentuales.
En la segunda semana de abril la variación fue del 0,4% semanal, el registro más bajo en 6 meses. Hay que remontarse hasta octubre de 2023 para encontrar una suba similar.
De esta manera, proyectamos que la suba del IPC LyP en abril se situaría en el 9,0%, siendo la primera variación de un dígito desde octubre del 2023.
El comportamiento del IPC LyP se encuentra influenciado por las correcciones en los precios regulados, que empujarían el índice general al alza, y la desaceleración en los no regulados.
Hasta la segunda semana de abril, el IPC LyP núcleo, que excluye a los precios regulados y volátiles de la muestra, tuvo una variación del 8,0% mensual y proyectamos que cerraría á el mes en torno del 7%.
LA VISIÓN DE NUESTROS ECONOMISTAS
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, mencionó que “la dinámica inflacionaria apunta a que la desaceleración continuará en abril, y lo mismo en mayo, cuando podríamos tener un IPC en torno al 7%-8%. Si se confirma este escenario, seguramente vendrá acompañado de una nueva baja de la tasa que paga la deuda remunerada del BCRA. Recordemos que entre diciembre y marzo la tasa efectiva anual bajó más de 100 puntos y los pagos de intereses de la deuda del Central cayeron un 46% ajustados por inflación”.
Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, advirtió que “la desaceleración del precio de los alimentos es una noticia alentadora, ya que representa una gran proporción de los gastos familiares y es casi una cuarta parte del IPC. En la primera mitad de abril, subieron 2,5% en promedio, mientras que a la misma altura de marzo lo habían hecho un 6,3%. Por el contrario, el mayor impacto al bolsillo continúa proviniendo desde el sector de los regulados, los cuales se están recuperando de la brutal distorsión y congelamiento que sufrieron en los últimos años. Este mes se sentirá el impacto de las actualizaciones de la tarifa del gas, prepagas, y en menor medida, servicios de comunicación y educación”.
Emilio Prado, economista de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “si bien la inflación de abril estará explicada en mayor medida por el aumento de precios regulados, los otros bienes de la economía presentan una dinámica en desaceleración como lo muestra la segunda semana del mes y reflejada en la inflación núcleo en torno al 7% mensual. Hacia adelante, esperamos que el ritmo de aumento de los precios, en promedio, sea cada vez menor. La velocidad de la misma dependerá de que el banco central continúe con su austeridad de emisión y que el compromiso por alcanzar un déficit fiscal cero se consolide con el correr de los meses. En ese sentido, un escenario legislativo que acompañe una reforma fiscal será una mejor alternativa frente a la actual licuación de los pesos”.