ÁMBITO FINANCIERO A casi tres semanas de la puesta en marcha del plan que promete “emisión cero”, o también denominado Fase 2 del programa económico del Gobierno, las principales consultoras del país afinaron el lápiz sobre sus pronósticos de inflación de julio y prevén que rodará el 4%, pero no se logran ponerse de acuerdo: ¿va a estar por arriba o por debajo del 4% como adelantó Luis Caputo ante los representantes de las Alycs?. El debate concluirá el 14 de agosto, cuando el INDEC de a conocer el número final.
A modo de anticipo, la mayoría de los analistas afirman que el menor aumento de precios regulados impactó en la baja de la inflación, una prioridad ya indiscutida del Gobierno, sumado a que se mantiene la desaceleración en algunos productos, presionando a la baja el número general, en un intento por llevar el IPC a niveles cercanos al “crawling peg” del 2%.
Según los especialistas de Libertad y Progreso, la inflación arrojó un aumento del 3,8% en julio, una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de junio que fue de 4,6%. En la primera mitad del año acumula así una suba de 86,7%.
“La tendencia a la desaceleración de la inflación es clara y, en la medida que se siga revirtiendo la depreciación de la moneda gestada en mayo y junio, podremos ver algunos meses que empiecen con 2. Eso va a depender de cómo y cuándo se vayan corrigiendo los atrasos de los precios regulados y las tarifas de servicios públicos”, aseguró Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso.
En las primeras dos semanas de julio se registró una fuerte suba de precios. ¿Qué rubros registraron mayor impulso?
En las primeras dos semanas de julio se registró una fuerte suba de precios. ¿Qué rubros registraron mayor impulso?
Reuters
Por su parte, Clara Alesina, economista de la misma entidad, manifiesta que la variación mensual de los precios se mantiene positiva y que el proceso de desaceleración de la inflación continúa.
“Las medidas del Gobierno contribuyeron a reducir las fuentes de emisión sin respaldo; el fin de la financiación del Tesoro mediante la emisión de moneda y la eliminación de la deuda remunerada del BCRA. Como contrapartida, la compra de reservas y el pago de deuda e intereses deberán financiarse con superávit fiscal o un aumento en la demanda genuina de pesos, lo que representa un gran desafío para el Gobierno. Es clave que se mantenga un compromiso con la disciplina fiscal para promover la estabilidad económica a largo plazo”, explicó Alesina.