AGROCITIO . Inflación agosto 4.4% según LyP. Dicho valor implicó una aceleración de 0,4 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de julio (4,0%). La clave detrás de este leve aumento fue la suba de precios regulados. Por su parte la inflación núcleo continúa con su tendencia a la baja y marcó 3,5%, 0,3% menos que el mes anterior…
De esta manera, en los primeros ocho meses del año el IPC acumula una suba de 95,3%. La variación interanual alcanza el 237,5%, marcando la cuarta desaceleración consecutiva.
A la hora de analizar el comportamiento mensual hay que tener en cuenta que nuevamente los precios regulados presionaron al alza. La actualización de tarifas de electricidad y gas, y transporte público del AMBA, fueron los principales motivos de la aceleración.
Por su lado, el IPC de septiembre estará afectado fundamentalmente por dos componentes. Por un lado, la reducción del impuesto país del 17% al 7,5%, que estimamos tendrá una incidencia aproximada de 0,7 puntos porcentuales, que presionará a la baja. Por otro, los aumentos anunciados de tarifas de electricidad, gas y agua, junto a la suba del impuesto a los combustibles, tendrán una incidencia positiva de 0,3 puntos porcentuales sobre el índice.
Aldo Abram, Director de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “continúa la tendencia descendente de la inflación; lo que ocurre es que en julio se postergaron aumentos de tarifas que se dieron en agosto. Para septiembre, estamos esperando que la baja del impuesto País impacte en una merma de los precios de los bienes que se pueden importar y, algo menos, en los servicios que usan insumos importados. Sin embargo, en un contexto de inflación, no necesariamente se observarán bajas nominales de precios; ya que, en algunos casos, serán menores las subas. Tampoco, todo el impacto se daría en un mes”. Y agregó “No hay que confundir el impacto de la baja de un impuesto, que es un cambio de una vez, con una menor inflación”.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, menciona que “desde mediados de junio que la base monetaria se encuentra relativamente estable, lo que ha contribuido a calmar la brecha cambiaria y volver a poner sobre la mesa la posibilidad de que la inflación siga bajando. Si este escenario se convalida y el IPC empieza a correr a una velocidad cercana al 3% mensual, la inflación anual empezaría a reducirse hasta 30 puntos porcentuales por mes, ya que estaríamos comparando con los meses de 2023 que tuvieron mayor aceleración de los precios”.
Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso, señala que “pese a la suba que registramos en agosto, la evolución de la inflación sigue mostrando una trayectoria favorable. La última semana del mes presentó una variación semanal de solo 0,2% y reencausa la desaceleración de la inflación núcleo. Esto será clave en septiembre, dado que la reducción del impuesto PAIS tendrá un impacto mayor que la suba de los precios regulados y, por lo tanto, esperamos un dato mensual mucho más bajo, probablemente cerca del 3%. Así, esperamos que la inflación continúe convergiendo hacia la tasa de devaluación de 2% mensual”.