Para qué suben los impuestos

Carlos Rodriguez Braun

CATO Carlos Rodríguez Braun dice que la clave de la propaganda es conseguir la “ilusión financiera” de que los impuestos dan pero no quitan. Para qué suben los impuestos

Tituló: El País: “La fiscalidad del diésel se elevará para igualar la de la gasolina”.

Ese titular es engañoso. Los impuestos no suben para igualar, sino para recaudar. Si el objetivo fuera igualar, entonces subiría la fiscalidad del gasóleo no profesional, pero bajaría otra, de modo de no recaudar más. Si esto nunca sucede, quizá en la prensa progre deberían darle una pensada.

Siempre está la excusa de la Unión Europea (UE) y de que todo se hace por el bien del pueblo: “el Ejecutivo podría dar por cumplido su compromiso de reforma tributaria con Bruselas, necesario para ir reduciendo el déficit y para recibir el quinto pago de los fondos europeos, dotado con 6.500 millones”, como si esos millones no fueran también fruto de la tributación. De todas maneras, la excusa es asimismo falaz, por el mencionado motivo: siempre se puede bajar algún impuesto.

Otro tanto vale para el entrañable cuento ecológico que incluye el texto: “El argumento para defender esta subida fiscal es combatir la contaminación que provoca el diésel”. Falso: si fuera para combatir la contaminación, y no para recaudar, entonces, repito, subirían un impuesto y bajarían otro.

Pero, además, el propio diario se contradice en el delicioso subtítulo: “Las subidas de impuestos previstas darán 4.500 millones”. ¡Darán! Qué verbo más notable. Por cierto, supongo que por casualidad, es el mismo verbo que utiliza Hacienda en su última y preciosa campaña de intoxicación –estudiamos el lenguaje hacendístico en: CRB, María Blanco y Luis Daniel ÁvilaHacienda somos todos, cariño, Ediciones Deusto. La clave de la propaganda es conseguir la “ilusión financiera” de la que habló el gran Amilcare Puviani en 1903, es decir, ocultarle a la gente la coacción: aquí los impuestos dan, pero no quitan.

La transparencia, empero, es difícil de aniquilar, como ilustra El País en este párrafo: “El PSOE pacta con el PNV y Junts un alza de impuestos a grandes compañías y al gasóleo”. Otra vez, ellos no pueden no saber que esto es inexacto, por la incidencia fiscal: no son las empresas, y desde luego no es el gasóleo, quienes pagan los impuestos. Y lo reconoce el propio diario a continuación: “Si se aprueban, llenar un depósito medio costará casi seis euros más”. Para eso se eleva la fiscalidad: para que pague más usted, señora.

Este artículo fue publicado originalmente en La Razón (España) el 5 de febrero de 2025.

Buscar