Politica
La destrucción del poder judicial: ahora sí que vienen por todo
Gabriel Zanotti – Si hay algo que define al liberalismo clásico, desde un punto de vista institucional, es el poder judicial.
junio 19, 2019
Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso.
Gabriel Zanotti – Si hay algo que define al liberalismo clásico, desde un punto de vista institucional, es el poder judicial.
Gabriel Zanotti -Como suele hacerse siempre cuando se empieza a hablar de economía, hay que reflexionar sobre qué es la escasez.
Gabriel Zanotti – La explicación freudiana de la alienación y la masificación, explicando fenómenos autoritarios como los de la Europa de los años 20, es un clásico. Diversos conflictos en la evolución del yo lo llevan a una regresión y a una nueva identificación –esta vez fijación-
Gabriel Zanotti – Si hay algo que define al liberalismo clásico, desde un punto de vista institucional, es el poder judicial.
Gabriel Zanotti – Si hay algo que define al liberalismo clásico, desde un punto de vista institucional, es el poder judicial.
Gabriel Zanotti – Una psicótica delirante escribe un libro y millones lo compran, se presenta a elecciones y millones la votan. De manual. En la Argentina y en todo el mundo.
Gabriel Zanotti – La situación de Trump y su famoso muro ha llegado a un punto límite que da lugar a reflexiones relevantes para el liberalismo clásico.
Gabriel Zanotti – Los randianos dicen que uno de los principios evidentes del realismo de Ayn Rand es “la existencia existe”, y obviamente se entiende lo que quieren decir. Se están refiriendo a que es indudable para el intelecto humano la existencia de las cosas. Totalmente de acuerdo.
Gabriel Zanotti – Es difícil explicar cuál es el problema con la ideología del género porque se ha perdido la noción de las libertades individuales.
Gabriel Zanotti – Una caravana de miles de personas se dirige a los EEUU (¡qué raro!!! ¿Por qué no van a Venezuela??). Sí, seguramente ha sido manipulada y politizada. Por aquellos que, seguramente, no tienen necesidad de emigrar hacia ninguna parte.
