A fines de noviembre pasado Daniel Arroyo, ex secretario de Políticas Sociales de la Nación, publicó en Perfil una nota

Según cifras oficiales, en 2013 las escuelas primarias públicas de todo el país perdieron 49.094 alumnos. Esta cifra marcó un nuevo récord en la caída de la matrícula de la escuela pública, una tendencia que se mantiene hace una década. Mientras tanto, la escuela privada continúo absorbiendo estudiantes.

Por Edgardo Zablotsky | Hace pocos días se llevó a cabo el primer debate presidencial de la historia argentina, con la participación de todos los candidatos, a excepción de Daniel Scioli. Se estructuró en cuatro bloques. Esta nota centra su atención sobre uno de ellos: la educación. La homogeneidad en las posiciones de los candidatos constituye una nítida foto de uno de los tantos tabúes que enfrenta nuestra sociedad.

Por Edgardo Zablotsky | El sindicato docente maximiza la cantidad de afiliados sin importarle su calidad. Los incentivos de los líderes sindicales no se encuentran alineados con los de los buenos maestros ni con los de los alumnos. ¿Alguien se atreverá a enfrentarlos? De no ser así el futuro de la educación argentina será peor que el presente, pues la calidad de los maestros importa y mucho.

Por Edgardo Zablotsky | Requerimos una revolución educativa de magnitud similar a la llevada a cabo por Sarmiento. Qué mejor forma de homenajearlo que proponer una provocadora reforma educativa como la ideada por Geoffrey Canada, la cual logró generar educación de excelencia en los barrios más pobres de las grandes ciudades americanas y ha sido utilizada con éxito en Uruguay.

En pocos meses los argentinos elegiremos quién sucederá a Cristina Kirchner. A todos los candidatos les importa la educación, pero un candidato a presidente debe decirnos mucho más que afirmar que mejorará la educación; debe decirnos el cómo lo hará y en qué se diferencia su propuesta de las de sus competidores.
Les comparto mi nota de ayer en Colectivo Económico, “¿Qué harán los Candidatos para Mejorar la Educación?”

¿Cómo definir hoy el progresismo? Es difícil, ser calificado de progresista está bien visto por nuestra sociedad y hasta el actual gobierno en algún momento se apropió de la palabra. Nadie podría disentir que desde una visión progresista las condiciones de un individuo al nacer no deberían limitar sus posibilidades durante el resto de su vida. El Estado tendría un claro rol: generar las condiciones para que sea el esfuerzo de cada ser humano la única variable que ponga límite a sus aspiraciones, independientemente de su cuna.

INFOBAE.- Según los últimos datos oficiales, en 2011 repitieron en nuestro país el 11,8 % de los alumnos en el ciclo

¿Por qué en este año electoral en el cual todos los candidatos pronunciarán múltiples discursos en pos de una mejor educación, no les preguntamos si están dispuestos a apoyar una legislación como la aquí propuesta? Se hablan muchas generalidades pero se hace muy poco por cambiar un sistema educativo que claramente ha fracasado.