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Calidad Institucional

"Puñetazo" papal contra Charlie Hebdo

Pope Francis gestures as he answers questions from a journalist during the flight from Colombo to ManilaNo hay duda de que el papa Francisco, con su carisma tan especial, está haciendo cambios en la Iglesia que probablemente sean beneficiosos y que la acercan a la gente. Su popularidad es inmensa a punto tal que logró que todos los políticos argentinos se le acerquen, aún quienes difundian pestes sobre él. Pero esto no significa que esté siempre en lo correcto. Sostuvo el papa Francisco que...

"En la libertad de expresión hay límites (...) Si mi buen amigo, el doctor Gasparri, dice una mala palabra sobre mi madre, puede esperar en respuesta un puñetazo. Es normal. Es normal. No se debe provocar. Uno no se puede burlar de la fe ajena".

A muchos esas frases les suenan bien, son carismáticas y hasta les parecen razonables. Sin embargo, si se aplicara esa frase como doctrina, veríamos una cantidad de peleas a  trompadas inusitada, porque basta entrar a Facebook o Tweeter para encontrar cientos de insultos, simplemente por pensar diferente. De las trompadas a un botellazo o algo peor hay un corto plazo. Más razonable, creo y más occidental y cristiano, es primero intentar convencer a los adversarios de que depongan su actitud beligerante y, si no lo hacen, bloquearlos, es decir, no escucharlos, dar vuelta la página o comprar otro periódico. Esto ha dado mejores resultados, muchos siguen dialogando sin insultos, otros son bloqueados y dejan de ser leídos y, lo más importante, nadie va al hospital.

Las frases de Francisco luego de los asesinatos cometidos en el caso Charlie Hebdo me parecen muy graves. Sostuvo el papa: "No se puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede". Sin duda como recomendación de prudencia, respeto al prójimo y principio de no agresión, son frases sensatas y de buen sentido. Sin embargo, estas frases pueden ser vistas como muy peligrosas si se interpretan contrarias al principio de tolerancia. Por supuesto, el papa condenó a los atentados de los terroristas fundamentalistas y no intentó justificarlos; pero deja la duda de le hubiera parecido aceptable que les den una golpiza. Cabe considerar que los musulmanes consideran un insulto el simple hecho de dibujar a Mahoma.

Occidente tardó mucho tiempo en aceptar que sí se puede insultar o burlarse de la fe de los demás, y la ley defiende al ofensor de que nadie lo golpee o lo asesine. Tal vez, lo que debió decir Francisco es que: "no se debe insultar la fe de los demás, no se debe provocar y no se debe tomar el pelo a la fe". Esa recomendación de Francisco hubiera resultado más precisa, sin jamás aceptar como legítimo el puñetazo corrector.

Comprender la importancia de la tolerancia descripta por Voltaire o John Locke le costó a Europa millones de muertos, muchos de ellos debidos a las diferencias religiosas que otros consideraban "insultantes". Es fácil estar de acuerdo con la libertad de expresión y la libertad de prensa cuando lo que se dice está dentro de ciertos parámetros de respeto y buen gusto. Pero la libertad de prensa se testea precisamente cuando lo dicho "nos revuelve el estómago", como menciona el Juez Robert H. Jackson de los Estados Unidos.

En 1943, en plena Guerra Mundial, la Corte tuvo que enfrentar el disenso de un Testigo de Jehová que se negaba a saludar la bandera de los EE.UU., según mandato del Estado, en el caso West Virginia State Board of Education v. Barnette. Allí el Juez Jackson sentenció que el testigo de Jehová tenía el derecho de disentir:

"La libertad de diferir no se limita a las cosas que no importan mucho. Eso sería una mera sombra de la libertad. La prueba de su sustancia es el derecho a diferir en cuanto a las cosas que tocan el corazón del orden existente."

La sátira que expresa la indignación hacia alguna persona, cosa o creencia, con propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco, es un género literario típicamente occidental. Cuando esa sátira se representa con un dibujo no está menos protegida por la libertad de expresión, áun si resulta muy ofensiva para algunas personas.

El humor satírico puede verse incluso como un elemento útil para destruir mitos, costumbres, y organizaciones como el Ku Klux Klan; un elemento que lleva a la reflexión y el cambio en las sociedades. Quien no opine de esa manera, puede hacerlo y también puede criticarlo duramente; pero está obligado a tolerarlo, y la tolerancia sí, es un principio básico y fundamental de la civilización occidental. La tolerancia es el principio básico y fundamental contra la violencia (incluso contra el puñetazo papal).

El Juez Jackson nos recuerda que la libertad de expresión y de prensa se encuentran protegidas por el "Bill of Rights" (Carta de derechos ratificada en la primera enmienda de la Constitución de 1791). Y agrega que estos temas son de tal importancia.

"El propósito mismo de una Declaración de Derechos fue retirar ciertos temas de las vicisitudes de la controversia política, para colocarlos fuera del alcance de las mayorías y de los funcionarios y establecer como principios jurídicos que deben aplicarse por los tribunales. El derecho a la vida, la libertad y la propiedad, la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de culto y de reunión, y otros derechos fundamentales, de cada uno de nosotros, no pueden ser sometidos a votación; ni depender del resultado de las elecciones".

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Abram: "No hay forma que haya reactivación en 2015"

ÁMBITO.- Algunos analistas consideran que es posible esperar una recuperación del nivel de actividad este año, aunque otros advierten que sólo sería posible si se elimina el cepo. Para el economista Aldo Abram "no hay forma de que 2015 sea un año con recuperación económica". El director de la Fundación Libertad y Progreso culpa al atraso cambiario y su impacto sobre los sectores menos competitivos.

A continuación, el diálogo que mantuvo con el diario Ámbito. Periodista: El cierre de 2014 y el comienzo de 2015 se desarrollan mucho más tranquilos que lo esperado. Aldo Abram: Es cierto, porque el Gobierno logró dominar las expectativas devaluatorias. Básicamente lo hizo con un nuevo cambio en la forma de financiamiento del abultado déficit. En lugar de cargar todo el esfuerzo sobre el Banco Central, colocó bonos en el mercado interno, y además logró financiamiento de Estados extranjeros y de las cerealeras para acumular reservas. Además, tuvimos una recuperación de la demanda real de pesos, lo cual fue fundamental, y es muy importante que se mantenga el cambio positivo en la percepción de incertidumbre de la gente. P.: ¿Se refiere al aumento estacional de la demanda de pesos que se da todos los fines de año? A.A.: No, ese factor estuvo, y permitió que el BCRA aumentara la base monetaria más de $ 80.000 millones en el último trimestre sin que presionara con fuerza sobre el dólar paralelo y los precios. En general, muchos economistas no tienen en cuenta que el valor de cualquier bien, y el peso lo es, depende de su oferta, que la determina el BCRA, y también de su demanda, que la gestamos nosotros. Por lo tanto, cuando el BCRA produce más de lo que la gente quiere o a pesar de que emita menos aceleradamente, si la demanda se incrementa a menor ritmo o incluso cae, la moneda baja su precio. Es decir, el "metro" de la economía se achica y todo sube contra él; lo que llamamos inflación. Por eso, algunos no entendían que se desacelerara el crecimiento de la oferta monetaria durante 2013 y gran parte de 2014 y la inflación subiera igual, argumento que funcionarios del Ministerio de Economía y el BCRA usaban para desautorizar a los que sostenían que el problema era la emisión. Lo que estuvo pasando es que la gente se hartó de que la estafen con el creciente impuesto inflacionario y empezó a moderar el incremento de su demanda de pesos. En cambio ahora este proceso se revirtió y está jugando a favor del Gobierno. Si bien no preveo gran mejora hacia adelante, lo importante es que la preferencia por el atesoramiento no se vuelva a derrumbar. P.: ¿Cómo se logra eso? A.A.: Lo importante es resolver el problema de fondo, es decir, la causa de la depreciación de la moneda, que no es otra que la necesidad de emitir para financiar un gasto público excesivo. Sin embargo, no está en el ADN de este Gobierno ser austero con las erogaciones, menos en un año con elecciones presidenciales, por lo que las necesidades de financiamiento del Gobierno serán muy superiores a las del año pasado. A partir de allí, sólo queda la esperanza de que modere la emisión financiándose a través de mayores colocaciones de deuda. Lo ideal para el país sería que se pudiera acceder fluidamente al mercado externo a tasas no muy elevadas, ya que es la única forma de poder aliviar la escasez de divisas, y por ende, moderar la caída de la demanda interna y la recesión. Para esto, sería necesario que se vislumbrara una solución del cada vez más amplio default selectivo en el que nos metió este Gobierno. Sin embargo, por razones políticas de corto plazo, no parece que haya voluntad oficial de cerrar este tema. Entonces, nos queda que el Estado absorba crédito interno mediante la colocación de títulos del Tesoro o a través de un BCRA que tome cada vez más a través de endeudamiento remunerado (Lebac, Nobac y pases) y se lo transfiera al Gobierno. En ambos casos, la emisión y la pérdida de reservas serán menores, pero se encarecerá el acceso del sector privado al financiamiento. No debería llamarnos la atención que este último sea cada vez más escaso desde principios de 2014, que es cuando el BCRA empezó a usar esta estrategia para contener la inflación. P.: Por eso el BCRA salió a ponerle techos a las tasas activas para alentar el crédito y piso a las pasivas para alentar los depósitos para que hubiera más fondos para prestarles a las empresas. A.A.: Sin embargo, esto colaboró para que la masa de financiamiento se redujera. Los bancos prestan teniendo en cuenta la tasa pasiva y el costo de intermediación. Este último a su vez depende del riesgo de cada tomador. Cuando pusieron el famoso techo a la tasa que pagaban los deudores, lo único que hicieron fue dejar afuera del mercado formal a aquellos que tenían un riesgo alto y que por ende no justificaba prestarles bajo ese "spread máximo". Conclusión, era lógico que la menor necesidad de fondos se tradujera en una baja de tasas pasivas para desalentar la colocación de depósitos. Claro que en la medida que el costo de captación bajaba, la brecha con la tasa activa máxima se ampliaba y volvía a incorporar a aquellos que, habiendo quedado afuera, tenían riesgo más bajo. Así es como el esquema cerró con menor captación de plazos fijos y colocación de crédito, pero disimulado por la nominalidad de una alta inflación. Por eso, el BCRA intentó alentar los depósitos minoristas con tasas mínimas, lo que vuelve a encarecer el crédito al sector privado, y dadas las tasas activas máximas, a dejar afuera a las personas y empresas de mayor riesgo. Así es como se perjudica el financiamiento al sector privado de alto riesgo, que debe recurrir al mercado informal más costoso, y a los colocadores de fondos en el sistema financiero que no tienen piso de tasa, a los que se les paga menos intereses y se los desalienta a depositar. Como vemos, el resultado es peor que si el BCRA no se hubiera metido a jugar con los ahorros de quienes ponen su plata en los bancos. P.: Algunos sostienen que es posible alguna recuperación económica en 2015, pero otros argumentan que sería imposible si se mantiene el cepo. ¿Por qué? A.A.: A fines de 2011, el Gobierno instauró el cepo cambiario para poder seguir devaluando fuerte el peso, para cobrar impuesto inflacionario y gastarlo sin que esto se vea reflejado en el valor oficial del dólar. Al sacar gran parte de la demanda de divisas de las empresas y de los particulares, inicialmente logró el objetivo de atrasar el tipo de cambio sin perder reservas. Sin embargo, como seguía sin reconocer toda la depreciación de la moneda local, esta suerte de "tipo de cambio máximo" desalentó la oferta y alentó la demanda, por lo que pronto volvió la pérdida de reservas. A partir de allí, la respuesta fue el racionamiento, que implicó decidir arbitrariamente cuánto se les vendería a los importadores y a quiénes. Esto viene teniendo un impacto negativo sobre el nivel de actividad y será creciente en la medida que la escasez de divisas sea cada vez mayor. Cabe tener en cuenta que todos los exportadores están pagando otra retención a sus ventas al exterior por la diferencia entre lo que realmente vale un dólar en pesos y lo que le reconoce el BCRA. Si bien se incrementará a futuro, esta quita ronda un tercio del monto de sus ventas, por lo que disminuye la competitividad. Si a esto le sumamos la caída de los precios internacionales podemos entender los pronósticos de merma de las exportaciones de más de u$s 6.000 millones. Por otro lado, este impuesto al ingreso de divisas también alcanza a quien las trae para invertir o a quien consigue financiamiento externo. No debe haber muchos negocios tan rentables como para justificar semejante pago. P.: ¿El problema sería la escasez de divisas? A.A.: No, lo peor es que, mal que le pese al ministro de Economía, los precios de los bienes que se pueden importar o se exportan dependen del valor del dólar oficial, ya que, en el primer caso, determina a qué precio entra la competencia externa, y en el segundo, el de indiferencia entre vender afuera o a los argentinos. Al retrasarse el tipo de cambio cepo, le pone un techo a los valores de esos productos en el mercado local; pero, como sus costos dependen de la verdadera devaluación del peso, es decir la inflación que es más alta, los productores quedan en una prensa que se cierra asfixiándolos cada vez más. Por eso no nos deberían llamar la atención las crecientes dificultades de los sectores productivos relativamente menos eficientes, que son los más vulnerables ante estas situaciones, aunque ahora el impacto negativo ya se ha generalizado. Si tenemos en cuenta que la vocación del Gobierno es seguir atrasando el tipo de cambio cepo, entonces cuanto más exitoso sea peor será la situación de estos productores, los exportadores y de los potenciales inversores externos. Por eso, no hay forma de que 2015 sea un año con recuperación económica.

Publicado en Ámbito Financiero

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Carta abierta a los islámicos liberales

Islam-pacifico

No los conozco. No sé quiénes son, ni siquiera si existen. Pero si existen, ellos son la clave.

Todas las religiones tienen la tentación del fanatismo cruel. El mundo no apareció de un día para el otro con un cristianismo cual paloma de la paz caminante y el islamismo como el único violento. El cristianismo tiene también su historia de violencia. Las guerras en nombre del cristianismo han sido lamentablemente muchas, el Sacro Imperio no era igual a Pablo VI, los papas de no mucho tiempo atrás eran jefes de sus ejércitos que no eran precisamente los turísticos guardias suizos. Católicos y protestantes se masacraron inmisericordemente durante siglos, con la venia de sus más altos líderes, y la persecución violenta de cristianos a los judíos fue algo de lo cual el propio Juan Pablo II tuvo que pedir perdón, valientemente, en el Muro de los Lamentos.

Pero el Cristianismo, el judeo-cristianismo, ha tenido su propio proceso de secularización. Iglesia y estado se han distinguido, la libertad religiosa, el diálogo con los no cristianos y la justa autonomía de las realidades temporales han sido todas proclamadas por el Vaticano II de la Iglesia Católica.

Algunos dirán que ello fue falso, que respondió a presiones externas; otros, con la ayuda de Ratzinger, decimos que no, que fue una evolución que respondió a las mismas premisas teológicas del cristianismo.

Pero el asunto importante de la secularización, a nivel político, es que la tuvimos.

Los islámicos no parecen haberla tenido. Yo no soy quién para ponerme a juzgar si la lucha que afirma el Corán es simbólica o fáctica, pero el asunto es que las Escrituras Cristianas están llenas de expresiones que pueden ser leídas como muy violentas y, hoy forman parte de una tradición simbólica que nada tiene que ver con la guerra como hoy la concebimos. El Corán, ¿por qué no puede tener una interpretación similar? Algunos dirán: no se puede, es intrínsecamente violento. Y evidentemente, muchos anti-islámicos, frente a las aberraciones espantosas del ISIS, lo seguirán diciendo. Pero entonces, los únicos llamados y autorizados a demostrar que no es así, son los mismos pensadores islámicos. Son ellos los que están llamados a hacer su propio proceso de secularización. Y, sobre todo, los creyentes, esto es, islámicos que crean verdaderamente en Alá, en su último profeta y en el Corán y, al mismo tiempo, en la libertad religiosa y la secularidad del estado.

¿Es una clase vacía? ¿O existe al menos un x tal que x es…? Porque ello es la clave del futuro. Digo esto precisamente porque los cristianos tenemos conciencia del pasado y de que podemos cambiar. Todos se olvidan hoy que entre el 19 y 20 de Septiembre de 1870 Pío IX ordenó resistir por las armas la entrada del ejército italiano a sus estados pontificios. Si todo en la Iglesia hubiera seguido tal cual, el papa actual estaría planeando todo tipo de ataques armados contra el estado italiano actual. Pero no, las cosas cambiaron, pero no por la mente de Pío IX, sino porque había otras mentes trabajando, que fructificaron en el Vaticano II y en la pacífica Iglesia Católica de hoy.

Hermanos islámicos, si ustedes mismos no hacen lo mismo, no hay esperanza para ustedes. Yo soy un típico liberal católico que seguirá defendiendo su libertad religiosa, seguiré defendiendo la declaraciónNostra aetate del Vaticano II, y mantendré siempre la distinción entre “elIslam en sí mismo” y el fanatismo cruel y bestial de ISIS, ises, eses y etc. Pero el mundo es menos filosófico. La guerra que se viene hará parecer a las Cruzadas como un juego de mesa. Sólo ustedes pueden desarmarse a sí mismos, mentalmente, y evitar la guerra.

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A raíz de Charlie Hebdo

Charlie-Hebdo

Toda persona con un mínimo de sentido  común ha quedado horrorizada con el  ataque terrorista a la redacción de la célebre revista en París mencionada en el título de esta nota. Un acto espantoso en el que fueron asesinadas doce personas.

Este tema tiene dos aristas clave. La primera consiste en estar alertas frente a la buscada intención de confundir una religión con un acto criminal. Ya bastante ha sufrido la humanidad con guerras religiosas que en nombre de Dios, la bondad y la misericordia han achurado, degollado, amputado, torturado y quemado a cientos de miles de seres humanos. Los fanatismos religiosos a través de inquisiciones y demás atropellos a las libertades individuales se han constituido en bandas contrarias al mínimo respeto al derecho de cada cual para seguir el camino que estime pertinente siempre y cuando no lesionen igual posibilidad a otros.

En el caso que nos ocupa, es relevante apuntar que hay mil cuatrocientos millones de musulmanes en el mundo y la inmensa mayoría repudia el terrorismo y la devastadora alianza del poder con la religión y el consiguiente adoctrinamiento y acciones agresivas hacia otros pensamientos y preferencias. Aquellas mayorías siguen la tradición de la tolerancia, demostrada, por ejemplo, en España durante los ocho siglos de gobierno musulmán, circunstancia en la que el progreso ha sido portentoso en filosofía, medicina, derecho, economía, agricultura, música, geometría, álgebra y arquitectura. Afirman que el jihad es la guerra interior contra el pecado y citan el Corán que dice que quien mata a una persona será tratado como que mató a la humanidad y quien salva a una es como si salvara a la humanidad (en 5:31). Esto va para estar en guardia de la siempre estigmatizadora y xenófoba derecha.

El sentido del humor es central en la vida, especialmente la capacidad de reírse de uno mismo. Los acomplejados y débiles mentales no resisten el humor que muchas veces es más punzante que una faena de investigación que pone al descubierto debilidades y corrupciones de quienes sienten que deben estar o están en el centro del poder político y sus aliados circunstanciales.  Demás está decir que la impronta liberal no significa que se deba ser imprudente, pero no excluye la imprudencia, la impertinencia, el amarillismo y la zoncera siempre que no esté involucrada la lesión de derechos de otros. Cada uno asume la responsabilidad por lo que hace y así fabrica su reputación.  El modo de expresarse de uno no es el modo de otro, pero todos deben tener el derecho de hacerlo en una sociedad abierta. En lo personal, la burla y el sarcasmo a sentimientos religiosos de otros o de los propios, de agnósticos o de ateos me disgusta grandemente pero parafraseándolo a Voltaire nada debería hacerse para prohibir semejantes manifestaciones, ni ninguna otra.

Por otro lado, en general, la ridiculización, la ironía y la satirización tienen muchas veces más fuerza que la articulación de argumentos serios. En esta nota rendimos homenaje a la tarea periodística que solo responde a los dictados de la conciencia de quien habla, escribe o dibuja.

La segunda arista se refiere a la indispensable libertad de prensa, para lo cual introduzco algunas partes de un artículo de mi autoría publicado en “La Nación” de Buenos Aires (abril 10, 2012). Esta libertad debe ser respetada y cuidada como política de elemental higiene cívica en el contexto de una sociedad abierta, no solo porque el ventilar y debatir ideas es indispensable para acrecentar conocimientos y conocer opiniones varias sobre muy distintos temas, sino porque brinda información de todo cuanto ocurre en el seno de los gobiernos para así velar por el cumplimiento de sus funciones específicas y minimizar los riesgos de extralimitación y abuso de poder.

Resulta especialmente necesaria la indagación por parte del periodismo cuando los aparatos de la fuerza que denominamos gobierno pretenden ocultar información bajo los mantos de la “seguridad nacional” y los “secretos de Estado” alegando “traición a la patria”, “insolencia” y esperpentos como el “desacato” o las intenciones “destituyentes” por parte de los representantes de la prensa.

Por supuesto que nos estamos refiriendo a la plena libertad sin censura previa, lo cual no es óbice para que se asuman con todo el rigor necesario las correspondientes responsabilidades  ante la Justicia por lo expresado en caso de haber lesionado derechos de terceros, lo cual puede incluir ofensas difamatorias. Esta plena libertad de prensa desde luego incluye al humor y la caricatura, como es el caso hoy de Charlie Hebdo en donde se ha producido la tragedia que comentamos.

Esta plena libertad incluye presentaciones irreverentes y, sobre todo, el debate de ideas con quienes implícita o explícitamente proponen modificar el sistema vigente, de lo contrario se provocaría un peligroso efecto boomerang (la noción opuesta llevaría a la siguiente pregunta, por cierto inquietante ¿en que momento se debiera prohibir la difusión de las ideas comunistas de Platón, en el aula, en la plaza pública o cuando se incluye parcial o totalmente en una plataforma partidaria?). Las únicas defensas de la sociedad abierta radican en la educación y las normas que surgen del consiguiente aprendizaje y discusión de valores y principios, aplicados también al caso de Charlie Hebdo con su frecuente inclinación de izquierda militante, lo cual resulta irrelevante para lo que decimos de la libertad de prensa.

Hasta aquí lo básico del tema, pero es pertinente explorar otros andariveles que ayudan a disponer de elementos de juicio más acabados y permiten exhibir un cuadro de situación algo más completo. En primer lugar, la existencia de ese adefesio que se conoce como “agencia oficial de noticias”. No resulta infrecuente que periodistas bien intencionados y mejor inspirados se quejen amargamente porque sus medios no reciben el mismo trato que los que adhieren al gobierno de turno o a los que la juegan de periodistas y son directamente megáfonos del poder del momento. Pero en verdad, el problema es aceptar esa repartición estatal en lugar de optar por su disolución, y cuando los gobiernos deban anunciar algo simplemente tercericen la respectiva publicidad. La constitución de una agencia estatal de noticias es una manifestación autoritaria a la que lamentablemente no pocos se han acostumbrado.

Es también conveniente para proteger la muy preciada libertad a la que nos venimos refiriendo, que en este campo se de por concluida la figura atrabiliaria de la concesión del espectro electromagnético y asignarlo en propiedad para abrir las posibilidades de subsiguientes ventas, puesto que son susceptibles de identificarse del mismo modo que ocurre con un terreno. De más está decir que la concesión implica que el que la otorga es el dueño y, por tanto, tiene el derecho de no renovarla a su vencimiento y otras complicaciones y amenazas a la libre expresión de las ideas que aparecen cuando se acepta que las estructuras gubernamentales se arroguen la titularidad, por lo que en mayor o menor medida siempre pende la espada de Damocles.

Fenómeno parecido sucede con la pornografía y equivalentes en la vía pública que, en esta instancia del proceso de evolución cultural, hacen que no haya otro modo de resolver las disputas como no sea a través de mayorías circunstanciales. Lo que ocurre en dominios privados no es de incumbencia de los gobiernos, lo cual incluye la televisión que con los menores es responsabilidad de los padres y eventualmente de las tecnologías empleadas para bloquear programas. En la era moderna, carece de sentido tal cosa como “el horario de protección al menor” impuesto por la autoridad, ya que para hacerlo efectivo habría que bombardear satélites desde donde se trasmiten imágenes en horarios muy dispares a través del globo. Las familias no pueden ni deben delegar sus funciones en aparatos estatales como si fueran padres putativos, cosa que no excluye que las emisoras privadas de cualquier parte del mundo anuncien las limitaciones y codificadoras que estimen oportunas para seleccionar audiencias.

Otra cuestión también controversial se refiere a la financiación de las campañas políticas. En esta materia, se ha dicho y repetido que deben limitarse las entregas de fondos a candidatos y partidos puesto que esos recursos pueden apuntar a que se les “devuelva favores” por parte de los vencedores en la contienda electoral. Esto así está mal planteado, las limitaciones a esas cópulas hediondas entre ladrones de guante blanco mal llamados empresarios y el poder, deben eliminarse vía marcos institucionales civilizados que no faculten a los gobiernos a encarar actividades más allá de la protección a los derechos y el establecimiento de justicia. La referida limitación es una restricción solapada a la libertad de prensa, del mismo modo que lo sería si se restringiera la publicidad de bienes y servicios en diversos medios orales y escritos.

Afortunadamente han pasado los tiempos del Index Expurgatoris en el que papas pretendían restringir lecturas de libros, pero irrumpen en la escena comisarios que limitan o prohíben la importación de libros, dan manotazos a la producción y distribución de papel. La formidable invención de la imprenta por Pi Sheng en China y más adelante la contribución extraordinaria de Gutemberg, no han sido del todo aprovechadas, sino que a través de los tiempos se han interpuesto cortapisas de diverso tenor y magnitud pero en estos momentos han florecido (si esa fuera la palabra adecuada) energúmenos que arremeten con fuerza contra el periodismo independiente (un pleonasmo pero en vista de lo que sucede en varios puntos del planeta, vale el adjetivo).

La libertad de expresión constituye el eje central de la sociedad abierta, los espíritus totalitarios no comprenden ese valor inmenso al efecto de respirar el purificador oxígeno de la libertad; bien ha escrito Thomas Jefferson que “nuestra libertad depende de la libertad de prensa la cual no pude ser limitada sin perderlo todo”

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Abram: "Los controles de precios no bajan la inflación"

Control de precios

"La única forma de bajar la inflación es tener un Banco Central que controle el ritmo de emisión de moneda, pero hoy es plenamente ependiente de lo que demanda el gobierno de recursos para financiar us excesos de gasto porque no le alcanza lo que ingresa genuinamente", expresó Aldo Abram, economista y Director Ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, en el noticiero del Canal Rural.

"Lamentablemente el gobierno va a tener un déficit fiscal bien medido, o sea que va a tener que financiarlo el Banco Central, más alto que el año pasado y por arriba de 6% del PBI."

Mirá el video completo.

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