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Economía: la oposición no tiene que tener miedo a la herencia

Economía después de las eleccionesLa oposición no tiene que tener miedo a la herencia k. El camino de salida A diferencia del 2002, cuando llegó Duhalde a la presidencia, el próximo gobierno no podrá aplicar la misma receta para salir de la fenomenal recesión en que nos ha sumergido el modelo Nac&Pop. El camino será más largo, pero si se adoptan las medidas adecuadas, también será más sólido y hasta puede acelerarse la recuperación del destrozo que dejará el kirchnerismo. Recordemos que en el segundo semestre de 2002 Duhalde se ve beneficiado con la suba del precio de la soja. El 2002 comenzó con una soja de U$S 160 por tonelada y terminó con U$S 208 la tonelada. Para tener otra referencia, en 2001 el precio promedio de la soja fue de U$S 168,75 por tonelada, en 2002 el promedio fue de U$S 188,87 la tonelada y el 2003 tuvo un precio promedio de U$S 233,21 la tonelada. Para tener una idea de la suerte que tuvieron los k, podemos tomar este dato: el precio promedio simple de la soja durante el gobierno de De la Rúa fue de $ 175,66 la tonelada. En la era k, el precio promedio fue de U$S 378,78 la tonelada Es decir, de una fenomenal fuga de capitales en el 2001, con la devaluación el gobierno se encontró con un flujo de ingreso de divisas producto de la suba del precio de la soja. Los productores, que estaban fuera de combate, de golpe se encontraron con un dólar 3 o 4 pesos a 1, en vez del 1 a 1 de la convertibilidad y con las deudas pesificadas. Es decir, tenían flujo de divisas a precios en dólares más alto, con una cotización del dólar más alta y deudas en pesos. Eso generó un boom agrícola que empujó la actividad económica en forma fenomenal al tiempo que le acercaba recursos al gobierno vía las retenciones. No veo que el próximo gobierno vaya a encontrarse con un escenario igual. Sí puede ocurrir que mediante una devaluación bajen los precios de los insumos en dólares, particularmente el transporte de carga, y mejore el ingreso del productor por la suba del tipo de cambio, pero no creo que los precios de las commodities tengan un comportamiento de suba permanente como ocurrió con el gobierno k. Por otro lado, Néstor Kirchner recibió un tipo de cambio que a precios de enero 2015 era de $ 16,34 en tanto que el promedio de enero pasado fue de $ 8,62. Es decir, no habrá un colchón cambiario como para utilizarlo como ancla contra la inflación. Pero la clave de todo estará en que no habrá un stock de capital para reactivar la economía como lo hizo Duhalde y que luego continuó el matrimonio k descuidando la inversión. Al más puro estilo keynesiano, Duhalde, además de tener la suerte de la suba de la soja, utilizó la capacidad instalada durante los 90. Simplemente la devaluación generó una caída de los salarios medidos en dólares. La caída de los salarios en dólares frenó las importaciones, particularmente de los bienes de consumo sustituyéndose importaciones. Los productores locales pasaron a tener casi el 100% del mercado solo por efecto de la devaluación. En el recesivo 2001 las importaciones había ascendido a U$S 20.320 millones. En 2002 con la devaluación de enero de ese año cayeron a U$S 8.989 millones. Menos de la mitad del 2001. Por eso digo que los productores locales se quedaron con una market share mayor solo por efecto de la devaluación. ¿Qué hizo Duhalde en última instancia? Para responder vuelvo a la isla de la fantasía y voy a utilizar el gráfico de los peces y los cocos.

GRÁFICO 1

 Análisis económico Imaginemos que nuestro náufrago está en la isla y si trabaja 8 horas diarias consigue 30 cocos por día, o bien si dedica todo el tiempo a la pesca obtiene 10 peces. Si uno se mueve a lo largo de la curva, se tienen las diferentes combinaciones de peces y cocos que puede obtener dependiendo de cuánto tiempo le dedique a pescar o a bajar cocos. Pero nuestro náufrago está produciendo en el nivel del punto A. Él podría producir más sobre algún punto a lo largo de la curva, pero porque algún burócrata lo molesta, no puede llegar. Produce menos de lo que su stock de capital le permitiría. Bien, cuando Duhalde llegó al gobierno la economía operaba en el punto A del gráfico. Lo qué hizo Duhalde fue, mediante la devaluación, pasar de punto A algún punto a lo largo de la curva de transformación del gráfico 1. La industria automotriz podía producir 100 autos por día pero producía 8.

GRÁFICO 2

 Economía argentina post kirchnerismo

Lo que no lograron ni Duhalde y mucho menos los kirchner fue conseguir que la economía se moviera como lo muestra el gráfico 2. ¿Qué nos dice ese gráfico? Que atrayendo inversiones se incrementa el stock de capital y por lo tanto la productividad y los ingresos reales. En el ejemplo del gráfico nos dice que gracias a las inversiones el náufrago, con más stock de capital, en 8 horas no consigue 30 cocos sino que consigue 40 cocos y en vez de obtener 10 peces, obtiene 15 peces. Eso es el progreso y la mejora del ingreso real. Volviendo al gráfico 1, lo que consiguieron Duhalde primero y luego los kirchner fue que los empresarios le pasaran el plumero a las máquinas que no utilizaban, compraran insumos y dieran algunas horas extras para moverse desde el punto A hacia algún punto de la curva. Reactivaron pero no crecieron. ¿Puede el próximo gobierno lograr lo que hizo Duhalde en el gráfico 1? No, porque los K se encargaron de destruir el stock de capital. Se consumieron la rutas (los puentes de la ruta 2 se caen), el sistema energético colapsó, los trenes están destruidos, etc.

GRÁFICO 3

 Evolución de la economía después de las elecciones Lo que hizo el nefasto matrimonio fue mover la economía como lo muestra el gráfico 3. Destruyeron el stock de capital instalado y, por lo tanto, trabajando 8 horas, con este stock de capital que quedó, ya no se producen 40 cocos diarios, sino que se producen 25. Y no se obtienen 15 peces, sino que se obtienen 6 peces por día. Todos somos más pobres porque estimularon el consumo consumiendo stock de capital. La curva de transformación se desplazó hacia la derecha y hacia abajo. La prioridad del próximo gobierno consistirá en lograr que la curva se mueva como lo muestra el gráfico 2. Generar inversiones que aumenten la productividad y así crear más puestos de trabajo. Pero para lograr el movimiento del gráfico 2 se requieren dos tipos de medidas: 1) un mínimo de reordenamiento de los precios relativos, desregulando la economía, disminuyendo la carga tributaria y privatizando nuevamente y 2) generar credibilidad. Ser confiables de entrada para que los capitales fluyan hacia Argentina. Ya no hay margen para estimular artificialmente el consumo y tampoco hay viento de cola que evite pagar los costos del destrozo k. La salida que veo para la economía argentina es con más inversiones, mejorar la productividad y con eso exportar más. El aumento del consumo vendrá como consecuencia del crecimiento de las dos variables anteriores. La destrucción económica que van a dejar los k no es menor, pero hay una salida si se logra un acuerdo de gobernabilidad para seguir el camino marcado en el gráfico 2. Si hay acuerdo político para seguir ese camino y adoptar las medidas necesarias para recorrerlo, la recuperación puede ser mucho más rápida de lo imaginado. Solo pensando en lo barato que están los activos hoy en Argentina tendríamos un flujo de ingreso de capitales para comprar. Luego inversiones para reconstruir la infraestructura del país y, finalmente, un sector agroalimentario que rápidamente puede movilizar la economía. Que la oposición no tenga miedo a la herencia k. Con juicios ejemplares a los que se robaron el país para mostrar que la seriedad llegó a la Argentina y políticas económicas consistentes, la salida es posible.
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La dictadura venezolana

Dictadura en Venezuela ¿Hasta qué punto tiene que llegar la dictadura venezolana para que los gobiernos democráticos de América Latina se pronuncien sobre sus cada vez más agresivas violaciones? El jueves, a un año y un día del encarcelamiento del opositor Leopoldo López, el régimen venezolano arrestó violentamente y sin orden judicial al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Sin ofrecer pruebas, el presidente Maduro lo acusó en cadena nacional de conspirar en un golpe de Estado. Hasta ahora, con la excepción de Colombia, los gobiernos democráticos de la región han guardado silencio al respecto. Vergonzoso. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se negó a hablar sobre el caso que, según ella, es cosa de “asuntos internos” de Venezuela. Patético. Al no condenar los atropellos del régimen bolivariano, las democracias latinoamericanas se están deslegitimando, pues no defienden los principios que supuestamente representan, y se vuelven así en cómplices del autoritarismo. Ante la creciente crisis económica, política y social que ha creado, el gobierno chavista se está radicalizando al punto de que Amnistía Internacional denuncia la detención de Ledezma y la “cacería de brujas” del régimen, y Human Rights Watch declara: “Nunca hemos estado tan preocupados por Venezuela”. Junto con López y la defenestrada diputada María Corina Machado, Ledezma ha sido uno de los opositores más hábiles y con los mejores criterios y principios pacíficos y democráticos. La única ‘prueba’ que presentó Maduro en su contra era su “Llamado a los venezolanos a un acuerdo nacional para la transición” publicado este mes y firmado junto con López y Machado. En él, los autores se refieren a la crisis que vive Venezuela y al “modelo fracasado” del gobierno. Dicen: “Es claro que el régimen no resolverá la crisis y que el gobierno de Maduro ya entró en fase terminal”. Proponen una agenda para restaurar la paz social, la economía y el Estado de derecho. Según Maduro, eso era señal para que se activara una intentona golpista. Además ofreció una explicación orwelliana de la captura del alcalde: “Para que responda por todos los delitos cometidos contra la paz del país, la seguridad, la Constitución”. Pero ha sido el régimen que ha convertido a Venezuela en uno de los países más inseguros y violentos del mundo. Ha sido el régimen el que ha vulnerado las garantías constitucionales tan básicas como los derechos políticos, el debido proceso, o la libertad de expresión, por ejemplo. El abogado Gonzalo Himiob documenta que el país cuenta con 98 presos por razones políticas. Las organizaciones internacionales de derechos humanos han documentado numerosos casos de tortura y otras violaciones. Un análisis publicado recientemente encontró que de las más de 45.000 sentencias dictadas por el Tribunal Supremo de Justicia desde el 2005, ni una sola ha sido contra el gobierno. De hecho, el régimen controla todas las ramas del Estado e instancias de poder. Las políticas económicas han socavado el comercio y la producción, y han generado la inflación más alta del mundo, la recesión, y la escasez de comida, medicamentos y un sinnúmero de bienes. Según la Cepal, la pobreza aumentó en más de 6 puntos porcentuales en el 2013. Por supuesto, el régimen ha acusado a los empresarios de desatar una “guerra económica” y ha arrestado a varios por tal delito. Las dictaduras se basan en las mentiras —en lo que prometen y en lo que relatan—. Eso es tan obvio en el caso venezolano que hay pocos que no lo ven claro, incluso dentro de ese país, razón por la cual el régimen recurre a la fuerza. Da lástima que los líderes democráticos latinoamericanos parecen no reconocer eso.
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Tratado con China: Beneficios y desventajas para la Argentina

Como afecta el tratado a la ArgentinaEl Lic. Aldo Abram fue entrevistado por el periodista Daniel Romero en el Programa "Algo por Decir", por Cadena de Radio Sudamericana de Corrientes. El Lic. Abram da su opinión sobre el tratado firmado con China, como afectará a la Argentina, y la verdadera razón por que se firma el mismo. [audio mp3="https://www.libertadyprogreso.org/wp-content/uploads/2015/02/Sound-18.mp3"][/audio]
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“China es una potencia imperialista”

Consecuencias del tratado con ChinaAgustin Etchebarne Dir Gral De La Fundacion Libertad Y Progreso fue entrevistado por Carlos Mira en el programa Mira Quien Habla. Escuchar la entrevista [mixcloud width="250" height="120" id="https://www.mixcloud.com/entrevistasecomedios/agustin-etchebarne-dir-gral-de-la-fundacion-libertad-y-progreso-mira-quien-habla/"] C.M: Contame un poco sobre la nota que hiciste sobre la suposición ¿Qué pasaría si Mauricio Macri hiciera un tratado con EE UU? A.E: La idea era mostrar a la gente con ideología de izquierda vea el absurdo de las negociaciones con un país al que consideran imperialista. ¿Qué pasaría si Mauricio Macri hiciera un tratado con EEUU? En el tratado, Argentina se obliga a comprar armas y buques de guerra. Nos obligamos a entregar territorio para instalar una base norteamericana de observación espacial, planeada para realizar espionaje satelital, con trabajadores norteamericanos con inmunidad diplomática, que operarán bajo la ley de EE.UU. Además, le entregábamos cientos de miles de hectáreas por 50 años, para la explotación del litio, la minería, el petróleo, y la agricultura en 23 provincias, con trabajadores norteamericanos. En los ’90 durante las privatizaciones, las licitaciones que se hacían eran públicas y daban a la posibilidad a varios países.   C.M: ¿Qué pasaría en ese cuadro imaginario que pintas? A.E: Me imagino que en 24 hrs tendrías la casa rosada incendiada. Este acuerdo con China es peor, ya que no es con empresas chinas sino con el gobierno. Un gobierno que es una potencia imperialista, anti-democrática y represora de los derechos humanos.   C.M: ¿Cómo es eso, les sobra gente y las mete en diferentes lugares de prepo? A.E: Si uno ve las conquistas de China, se ve que ha introducido gente en cada una, como paso en el Tibet y en Mongolia. En el lado de la economía, todos los de izquierda estaban en contra de  seguir exportando materias primas, sin valor agregado, mientras  importamos manufacturas, algo que con este tratado se va  hacer. Para leer el artículo referido: ¿Qué pasaría si Mauricio Macri hiciera un tratado con EE UU?
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El síndrome de abstinencia de poder

Análisis político argentino El ejercicio del poder, bajo cualquiera de sus formas, tiene algunas semejanzas con el consumo de alcohol, drogas o tabaco, y no se aleja demasiado de lo que ocurre con el juego o cualquier otra adicción. Los individuos que se han acostumbrado a ciertas situaciones parecen tener serias dificultades para abandonarlas y se someten a una atracción ilimitada por las sensaciones que les produce seguir haciéndolo. Luego de un lapso considerable, cuando ese comportamiento se transforma en rutina, no pueden dejar todo de la noche a la mañana, no al menos sin sufrir dramáticamente, las inevitables consecuencias que ello ocasiona. Esta comparación puede resultar algo audaz desde lo conceptual, pero la abstinencia que se produce al dejar de ejercer un cargo, permite trazar este paralelo e intentar recorrer imaginariamente esta analogía que ayuda a comprender el trágico proceso por el que atraviesan los poderosos. La diferencia más destacable respecto de esas otras adicciones, es que de la mayoría de ellas es posible salir cuando previamente se decide hacerlo. No es que sea simple lograrlo, porque ello implica un difícil trance de profunda autocrítica y revisión interna. A veces se da como resultado de la saturación y los excesos, pero generalmente es gracias al explicito reconocimiento de que lo vivido ha sido una experiencia altamente destructiva. El poder, por el contrario, no se abandona por una determinación individual, sino por la existencia de factores externos, ajenos a la voluntad y, casi siempre, por imperio de las circunstancias. Los que lo ostentan se nutren a diario de esos paradigmas hasta convertirlos en los ejes centrales de sus vidas. Si dependiera exclusivamente de ellos, se quedarían para siempre. La mayoría de las veces, son las instituciones las que establecen los límites a esa tentadora eternización que tanto cautiva, y en otros casos son solo las vicisitudes de la política las que disponen el irreversible fin de un ciclo. Lo interesante y distinto es que el mandamás de turno, sufre los primeros síntomas de este síndrome muchos meses antes de su efectiva abstinencia. Tiene plena conciencia de que su futuro no será una extensión del presente, que lo que conoce y le brinda seguridad, está próximo a culminar y que no podrá extender su sueño en forma indefinida como lo anhela. Con bastante antelación sus actitudes y decisiones empezarán a tomar un giro inusitado. Todo a su alrededor se modificará de un modo lento pero en un sentido bien definido. Será un proceso duro pero también inexorable. Se ofuscará con facilidad, perderá la paciencia muchas veces, mostrará su impotencia en cuestiones menores. El poderoso no tolera la idea de ser ignorado, de que las determinaciones en el futuro no pasen por sus manos y que el coqueteo típico de los aduladores de siempre, busque cierta cercanía con el nuevo líder, ese que potencialmente tomará el mando y lo heredará en la siguiente fase. Este personaje no soporta siquiera imaginar ese momento en el que pasará a ser solo uno más. Sabe que la impunidad propia de quien tiene una dosis de poder, desaparece mágicamente para dar lugar a una ola interminable de revanchas absolutamente imaginables. No solo serán cuestiones jurídicas, sino el resultado de esa sumatoria de conductas impropias, reiteradas hasta el infinito, que durante esa etapa, alimentaron todo tipo de rencores y odios, siempre asociadas a la soberbia y a la necedad como matriz. Así se construyeron esas enemistades, esas que se acumulan y que en algún momento intentarán saldar la cuenta de las heridas que han dejado los abusos tan habituales en esa actividad. Si el sujeto en cuestión entendiera que la posición a ocupar es solo por un breve tiempo, que no ha llegado allí para quedarse eternamente, y que el cargo que tiene que asumir es solo en representación de otros y no de su propiedad personal, otra sería realmente la historia. Por mucho que lo reciten, por políticamente correctos que intenten ser, el relato diseñado termina siendo solo una carnada para los desprevenidos. Ellos están convencidos de que el puesto obtenido es parte de su patrimonio personal y que tienen derecho a usufructuarlo con todo lo que eso significa. Tal es la confusión que por instantes creen que el cargo que ostentan y ellos, son lo mismo, solo dos partes de un todo. Claro que algunas debilidades psicológicas propias de cualquier ser humano hacen también su trabajo. Las inseguridades personales, las frustraciones que arrastran y las historias individuales nunca exentas de carencias afectivas, influyen demasiado en la impronta que le imprimen a su tarea. Es imprescindible entender la realidad para luego internalizarla. Es vital comprender que la posición que ha sido deseada, solo sirve para cumplir una misión y luego pasar la posta a los que vienen. Como en la vida misma, la tarea consiste en dejar un legado, en marcar una huella, no más que eso. De eso se trata el liderazgo, de hacer historia, de tener grandeza, de transitar un camino que valga la pena ser recorrido, y seducir a los demás para que sean ellos mismos quienes sientan la necesidad de continuar por ese sendero, aunque para eso deban recurrir a nuevos protagonistas. Trascender es lo importante. Lo otro, el enfermizo ejercicio del poder, solo trae consigo secuelas negativas para todos, pero especialmente para quien sufrirá irremediablemente de su ausencia. El poder enferma. Eso no es una novedad. Su carencia también puede dañar y mucho. Eso tampoco es noticia. Es bueno saber que no existe un antídoto garantizado para ese padecimiento. En todo caso, la presencia de una alta dosis de integridad moral puede atenuar su impacto y minimizar sus efectos. Transitar por el poder de un modo digno es posible, pero lamentablemente no es moneda corriente. Como en tantas otras facetas de la vida humana, también existe un síndrome de abstinencia de poder.
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