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Acuerdo con FMI. Llegó la Fase 3

23 Abril 2025

NOTIAR El programa de facilidades extendidas acordado con el FMI contempla un desembolso total de U$ 20.000 MM.

Varias son las condiciones de este acuerdo que lo convierten en un caso excepcional.
  • La que más se destaca es la magnitud enorme de desembolsos de libre disponibilidad —nada menos que U$15.000 MM.
  • De ese importe, U$12.000 MM se desembolsan de manera inmediata.
  • Otra condición inusual es el plazo de gracia, de cuatro años.
  • En paralelo, se sumarán fondos provenientes de otras entidades; de esta forma, las reservas líquidas se expandirán U$ 20.600 MM.
  • Hay un desembolso adicional de U$ 3.600MM de otros organismos internacionales.
  • A ello se añadiría una línea REPO por U$ 2.000 MM con bancos privados.
  • También se procedió a la renovación anticipada de la porción activada del swap con China por U$ 5.000 MM.
  • Todos estos dólares son de libre uso por parte del BCRA.
  • La concreción del acuerdo con el FMI dio lugar a la implementación de la Fase 3 del programa económico.
  • Se fijó un régimen cambiario de bandas móviles.
  • El dólar flotará libremente entre $1.000 y $1.400.
  • Las bandas se ajustarán a la baja —la inferior— y al alza —la superior—a una tasa de 1% mensual.
  • Dentro de las bandas, el tipo de cambio flotará libremente, como regla general, sin intervención del BCRA.
  • En caso de que el tipo de cambio toque el límite inferior de $1.000, el BCRA comprará dólares y remonetizará la economía.
  • Si tocase el techo de $1.400, el BCRA vendería dólares, con la consiguiente absorción de pesos.
  • Inicialmente, la idea del equipo económico fue permitir al BCRA intervenir entre bandas ante transacciones de singular magnitud o situaciones extraordinarias, pero esa posibilidad está siendo desechada (mañana miércoles se estaría emitiendo un comunicado al respecto).
  • Se eliminó el dólar blend (80% oficial / 20% financiero) y el cepo cambiario a personas humanas.
  • Se eliminó el parking mínimo para operaciones con valores negociables (personas físicas).
  • Las personas físicas pueden comprar sin tope —más de U$ 2.000.000—ni restricciones por subsidios, empleo público ni asistencias previas.

Se elimina el impuesto a la compra de divisas, salvo turismo y tarjeta.

  • Las personas jurídicas pueden pagar dividendos al exterior a partir de balances iniciados en 2025.
  • Se podrán pagar nuevas importaciones con mayor flexibilidad (menos plazos) y se les perdona por única vez la restricción cruzada (si hicieron CCL).
  • Se licitarán nuevos bonos BOPREAL —ver siguiente sección— para regularizar deudas por dividendos y deudas previas a 2025.
  • El BCRA podrá operar sin límite alguno en el mercado de futuros.
  • De aquí a junio, el BCRA deberá acumular reservas por U$ 6.500 MM, lo que habilitaría un desembolso de U$ 2.000 MM.
  • Se endurece la tanto la política fiscal como la monetaria en respuesta a la enrarecida coyuntura internacional.
  • Se eleva el compromiso anual de superávit primario, que pasa de 1,3 % a 1,6 % del PBI, lo que significa para los meses restantes un torniquete adicional de 0,5 % del PBI.
  • No habrá emisión para financiar al Tesoro ni para remunerar antiguos pasivos del BCRA (hoy en cabeza del Tesoro).
  • La nueva política monetaria se basará en proyecciones trimestrales de M2 transaccional privado (excluirán las cuentas remuneradas, que irán desapareciendo conforme baje la inflación).
  • La tasa de interés será una resultante natural y libre de la oferta y demanda de dinero.
  • El sesgo inicial será muy restrictivo, con objetivos cuantitativos por debajo del escenario base, modificaciones en los encajes que absorben liquidez y una menor disponibilidad de fondeo bancario en relación al crédito.
  • Los pases activos serán considerados un instrumento de liquidez frente a situaciones extraordinarias, no una fuente de fondeo; se establecerán límites de montos.
  • Luego de haber analizado exhaustivamente, en nuestro encuentro de este sábado con todo el equipo económico, el nuevo cuadro fiscal, monetario y cambiario, consideramos que el BCRA gozará de una notable fortaleza para estabilizar el mercado.
  • Puesto bajo presión, el BCRA contará con todos los fondos recibidos del FMI y del resto de los organismos para cambiar por pesos a razón de un dólar por cada $1.400.
  • Las reservas brutas treparán por encima de los U$ 43.000 MM en los próximos días, por lo que serán suficientes para comprar todos los pesos de la base monetaria.
  • Si tenemos en cuenta que los encajes bancarios, que suman el equivalente a unos U$ 10.000 MM, no son pesos líquidos en condiciones de demandar dólares, la base estricta se reduce a unos U$ 20.000 MM.
  • La realidad actual de la economía argentina es que sobran dólares y faltan pesos.
  • Esta baja monetización en un contexto de crecimiento de la economía impondrá, a quienes buscan hacerse de liquidez, cambiar sus dólares por pesos o —en su defecto— usarlos transaccionalmente.
  • Otra consecuencia natural de contar con un nivel de circulante insuficiente es la suba de la tasa de interés.
  • Para el manejo de corto plazo de la cantidad de dinero, el BCRA recurrirá a operaciones de mercado abierto.
  • Para un propósito estructural y de mediano plazo, contará con la posibilidad de alterar encajes.
  • Una posibilidad que explorarán los bancos para dar uso a la enorme masa de dólares atesorados es la emisión de obligaciones negociables en esa moneda, de manera de dotarse de capacidad prestable a un plazo determinado (los depósitos en moneda extranjera sólo pueden prestarse para operaciones de comercio exterior).
  • En materia de inflación, consideramos que una parte de las subas de precios de las últimas dos semanas ya tienen computadas el nuevo escalón cambiario.
  • Seguramente el IPC correspondiente a los meses de abril y mayo recibirá algún impacto alcista.
  • Pero la escasez de pesos nos asegura que, más temprano que tarde, las alzas de los precios se refrenarán.
  • A ello se suma el impacto contractivo de la nueva pauta de superávit primario. 
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